Viaje a “tierra santa”, ISRAEL
Las cenizas, que arrojaba el volcán bajo el glaciar Eyjafjalla en Islandia, continuaban cancelando vuelos y dudábamos de nuestra suerte antes de partir. Ante la duda, acudimos con tiempo suficiente al aeropuerto del Prat. Una pantalla azul informaba puntualmente de las cancelaciones y vimos que el de Roma, el nuestro, aún no estaba suspendido. Grupos de pasajeros se disponían a dormir entre asientos y maletas. Alguien coreó: ¡Campeones, campeones! Y en la puerta asomaron aficionados culés que llegaban de Sevilla. El "presi" Laporta hizo su entrada triunfal, rodeado de focos y cámaras, dándole pataditas a un balón, no sé si se le cayó o lo tiró adrede, el caso es que el balón acabó entre la gente. Me dio la impresión de que le gustaba el revuelo, nos hicimos unas fotografías con él. (Para un madridista que se precie lo cortés no quita lo valiente).
La aeronave nos llevó a Roma. Allí cambiamos de avión con rumbo a Tel Aviv (Colina de primavera).
Alrededor de las seis de la tarde cruzamos los controles. Nos hicieron algunas preguntas sobre el motivo del viaje y el nombre del hotel al que nos dirigíamos.
El Leonardo Plaza era cómodo y confortable y sus dieciocho plantas se elevaban cerca de la playa. A primera vista Tel Aviv es similar a cualquier ciudad europea. Me sorprendió la cantidad de gente que practicaba deporte. Unos caminaban, otros corrían u optaban por la bicicleta, todos en carriles por un amplio paseo a la orilla de la playa.
Al día siguiente, a las seis de la mañana (allí llevan una hora de adelanto) observé a través de la ventana que ya estaban los deportistas corriendo por el paseo.
Según nos dijo nuestra guía: “La municipalidad (el ayuntamiento) realiza campañas para fomentar el deporte construyendo polideportivos y facilitando el aparcamiento, aseguran que con la práctica deportiva se estudia mejor y se rinde más en el trabajo”.
Nos encaminamos hacia la fortaleza de Massada, en pleno desierto, cerca del mar Muerto. Durante el trayecto la carretera en muchos tramos iba en paralelo a la frontera de Jordania. Vimos los beduinos y sus poblados, autenticas chabolas de chapas y maderas. Junto al poblado destacaba el color amarillo de la cuba con agua que el gobierno les llena cuando hace falta.
Massada fue levantada por Herodes ante el temor a una posible invasión por parte de Cleopatra. Una fortaleza en lo alto de una meseta rocosa e inaccesible- ahora dispone de funicular-. Allí arriba el aire era caliente y el calor insoportable. Las panorámicas se perdían en la lejanía con el color ocre del desierto y una ligera neblina fundía la línea del horizonte.
Desde Massada descendimos al Mar Muerto, el punto más bajo del mundo, nos embadurnamos con barro negro y entramos en el agua que no hacía flotar sin esfuerzo alguno.
Al día siguiente nos desplazamos hasta los montes del Golán, frontera con Siria, y pasamos la noche en un Kivutz (poblado comunal donde se agrupaban los judíos que llegaban de Europa y vivían en comunidad). Durante la guerra del Golfo Pérsico esta zona fue bombardeada y aún están vigentes los refugios subterráneos, aunque ahora son centros de reunión de jóvenes para realizar actividades.
En Cesárea, Arce, visitamos las ruinas de su esplendoroso puerto romano y el acueducto. También Nazarech para ver la iglesia de la Anunciación con la gruta donde el ángel anunció a Maria la maternidad divina. A poco más de cien metros se levanta otra iglesia edificada sobre las ruinas de la casa de San José, aún se puede ver el baño judío en el que se purificaba.
Al tercer día nos llevaron a Jerusalén, ciudad muy diferente a Tel Aviv. Se palpa el espíritu religioso, el predominio de los judíos ortodoxos con sus trajes y sombreros negros de los que colgaban los tirabuzones.
Visitamos Cafarnaún, el lago de Galilea, espectacular. La tumba del rey David, el cenáculo, el huerto de Getsemani, el Monte de los Olivos, el río Jordán, el sepulcro de Jesús, la via dolorosa del vía crucis y Belén en Palestina, que puede distar de Jerusalén a poco más de 10 kilómetros, pero que sus altos muros y alambradas indican que es otro país.
Me sorprendió la ausencia de policias de uniforme en la calle. En cambio, había chicos vestidos de calle que caminaban entre la gente con el arma cruzada en la espalda.
De todo lo que vi guardaré especial recuerdo del lago Galilea, Massada y sobre todo del río Jordán.
La agenda fue apretada y copiosa para digerir. Ocho días parecen muchos pero son insuficientes para sacarle todo el jugo al viaje. Y por último, he de decir que, si para entrar había exhaustivos controles, para salir aún eran mucho más minuciosos y, sobre todo, si llevabas sin saberlo una pulsera con los colores de la bandera palestina, que me regaló un joyero tras comprar algunos recuerdos. Seguro que era de Palestina y quería hacer patria. esta claro nadie regala nada, y menos allí.
No pasó nada, algunas preguntas rutinarias, pues en mi una gorra blanca destacaba la badera y el nombre de Israel.
La frase del dia
20 mayo 2010
Viaje a Tierra Santa: ISRAEL
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7 comentarios:
Cada vez lo tengo mas claro: Cuando yo sea mayor quiero ser ministrode asuntos exteriores,... para viajar tanto como Salva, que no se baja del avión.
Saludos
(Paco)
Muy bien,Salva,muy bien.Ahora siguiendo los pasos de Jesús,antes los de Santigo Apostol.Veo que vas por buenos caminos;la prueba siempre encuentras un Gatuso que te sale al encuentro.Por algo será.
Un abrazo.Félix
Ya hemos dicho más de una vez que cuando vosotros viajáis, luego con tu relato, nosotros también. Y con la abundante documentación gráfica, nos sitúas en el lugar, sin ninguna incomodidad, ni frío, ni calor, ni cansancio, ... y con tanto detalle en las explicaciones, que en verdad "viajamos con vosotros". Así da gusto. Estás hecho un Marco Polo del siglo XXI. Ahora a pensar y proyectar la próxima salida. Al final vamos nosostros también a opinar y hasta decidir en cuál será el próximo viaje y a dónde, por eso que también vamos nosotros....
Personalmente ya nos contarás más detalles de lo observado en este viaje, sin duda interesante.
-Manolo-
Hola salva:
E visto el relato del viaje a israel, y las fotos y la verdad es ke es una maravilla sobretodo las fotos del rio jordan son guapisimas las vistas.
saludos pa ti y Angelica.
Inma
Bravo Salva, way...
Una observación si me lo permites... Este es un Año Santo Xacobeo. Año de peregrinaciones, pero tu vas y, a Tierra Santa, nada de Santiago de Compostela pues este camino es de polvo y zapatos, a mas, está muy cerca –la verdad es que es muy cansado- y, en aeronave se viaja mejor... To broma.
Company, hiciste un buen reportaje fotográfico y estos viajes son recuerdos para toda la vida. Días bien vividos y bien disfrutados. Enhorabuena
NiCo.
Hola Salva, te conozco por tus comentarios en el blog de mi primo Felix, yo tambien me recreo de tu rincón literario, y lo es.Gracias por poder conocer casi in situ, esos bellos lugares que tienes la suerte de pisar con tus pies y disfrutar de ellos, así como darnos la oportunidad de gozar tambien a quienes seguimos to blog.
Tienes buena pluma, tus relatos dan fe de ellos.
Soy la hermana de Adolfo.Un saludo.
Rosario Carreto
Hola Rosario,yo también leo y escucho tu blog. ¿Firmas como Sarito Carreto?
Lei textos de Adolfo y le admiro. Siento mucho no haberle conocido. Me hubiera gustado "platicar" largo y tendido con él. Seguro que hubiese aprendido algunos secretos o principios de su técnica narrativa.
No es adulación fofa y banal. Su yustaposición de conceptos y el sabor rural que emana en los parrafos me gusta mucho. Tal vez haya que leerlo mucho para tener alguna influencia.
De todos modos, tenemos a Félix y, en verano tenemos tertulias distendidas, sin prisas porque al día siguiente las obligaciones son livianas.
En cuanto al viaje, Israel no está muy lejos y seguro que volveremos al Jordan y Galilea.
No sé si será por lo que significa, pero me llenó,quedará anclado en mis recuerdos como uno de esos pellizquitos de felicidad.
He de dicirte que había mucho brasileiro, argentino, mejicano. Me dio la impresión de que pertenecían a organizaciones de culto y me proporcionaron un momento muy bonito cuando cantaron acompañados con guitarras: Ave María, en la iglesia de David, jerusalen.
Un abrazo, Salva
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