Tenía
en mente hacer una escapada a los lugares donde trascurren los primeros
capítulos de la novela que intento escribir. Era un viaje que deseaba hacer
con toda la tranquilidad y sin otra finalidad que ver las calles y los
edificios que escenifiquen la narración. Y hacia el sur nos fuimos. Aparte de llenarme de sensaciones que me ayudaran en
el futuro, también quedarían las fotografías que recuperan los momentos.
Pero vayamos a esa
escapada que realizamos durante nueve días. Previamente, organizamos el itinerario con
paradas que no se alejaran mucho una de la otra, para no perder tiempo en desplazamientos.
Salimos el sábado con rumbo a Ciudad Real. Desde
la carretera vimos que había carreras de motos en el circuito de Cheste
(Valencia) y en primer plano escuchamos bramar de los motores mientras los pilotos se inclinaban hasta
lo imposible en las curva que teníamos delante.
El GPS nos dejó a la puerta del hotel. Había
ambiente de sábado esa noche en la plaza del ayuntamiento de Ciudad Real. Hacía frío y me
vinieron muy bien unas castañas asadas mientras observaba las terrazas de la
plaza llenas de personal. Al día siguiente nos acercamos a
Almagro y pudimos disfrutar de una breve función teatral en el Corral de Comedias.
El domingo visitamos las tablas de Daimiel, una reserva natural bastante maltratada. (Perforaron los acuíferos que robaron caudal).
Tiempo atrás pescaban en sus
lagunas unas trescientas familias. Ahora un restaurante y las tiendas que
venden recuerdos es lo que queda donde se inician los senderos de excursión por
el parque.
Nuestra ruta continuó hasta Jaén. Aparcamos
frente al polideportivo La Salobreja y andando enfilamos una pronunciada cuesta
arriba hasta la catedral. Lucía el sol en la explanada y el viento molesto campaba el mediodía. Enfrente ondeaban las banderas en el balcón de la sede de la Junta de Andalucía. Rodeaban la puerta una
treintena de hombres y mujeres, con chalecos reivindicativos sobre el paradero
de hijos desaparecidos, gritaban consignas alzando la voz. Varios individuos con
cámaras de televisión salieron por la puerta principal, pero Susana Díaz marchó
por otra y les dio plantón.
Málaga era mi destino preferido. Nos
desplazamos hasta Ronda y allí vimos el puente nuevo (1793), bajo cuyos arcos
discurre el río Guadalevín. También visitamos la plaza de toros y el un museo. Una exposición histórico-arqueológica de la zona sorprendían por su realismo al visitante,
Cuando
anochecía paseamos por las calles cercanas a la catedral de Málaga ( "La manquita", porque se les debió acabar el presupuesto y no la terminaron ).
Caminé por la
carretera de la muerte y contemplé aquella angosta carreta que
se abría paso en el litoral, en permanente idilio con el mar y la montaña. Allí fue
bombardeaba en Febrero del 37 la ciudadanía malagueña que huía hacia Almería. Abandonamos la
ruta para ver las maravillas que esconden las cuevas de Nerja y regresamos a la carretera. Pasamos la tarde
en Almería pero el día anterior la calima africana anaranjó el cielo almeriense. Así lo reflejaban las fotografías del diario mientras tomábamos café. En la calle atizaba el aire y no invitaba a pasear.
Alicante era otro de los destinos. Visitamos el Hogar Provincial y allí nos indicaron sobre un plano el lugar donde se levantaba el orfanato que yo buscaba. (Hoy ocupado por
el edificio moderno de la diputación).
Una vez satisfecha mi curiosidad el viaje
se tornó más sosegado y fuimos subiendo
hacia Tarragona con paradas en Valencia y el famoso aeropuerto de Castellón que estaba cerrado y tras la cerca metálica solo se veía una pequeña avioneta.
Pero vayamos a esa escapada que realizamos durante nueve días. Previamente, organizamos el itinerario con paradas que no se alejaran mucho una de la otra, para no perder tiempo en desplazamientos.
Tiempo atrás pescaban en sus lagunas unas trescientas familias. Ahora un restaurante y las tiendas que venden recuerdos es lo que queda donde se inician los senderos de excursión por el parque.
Cuando anochecía paseamos por las calles cercanas a la catedral de Málaga ( "La manquita", porque se les debió acabar el presupuesto y no la terminaron ).
Caminé por la carretera de la muerte y contemplé aquella angosta carreta que se abría paso en el litoral, en permanente idilio con el mar y la montaña. Allí fue bombardeaba en Febrero del 37 la ciudadanía malagueña que huía hacia Almería. Abandonamos la ruta para ver las maravillas que esconden las cuevas de Nerja y regresamos a la carretera. Pasamos la tarde en Almería pero el día anterior la calima africana anaranjó el cielo almeriense. Así lo reflejaban las fotografías del diario mientras tomábamos café. En la calle atizaba el aire y no invitaba a pasear.
Circuito Vicente Tormo CHESTE |
ALMAGRO (Ciudad Real) |
¡La madre que te parió! escuché gritar. Se les había caído al muchacho la cámara de fotografías en el agua. T. de Daimiel. |
Tablas de Daimiel |
Catedral de JAÉN |
RONDA. Málaga. |
MÁLAGA |
Cuevas de NERJA, Mákaga |
Carretera de la muerte. ALMERÍA. |
Vecinos de la carretera. |
Aquí estaba el orfanato de ALICANTE |
Castillo de Santa Bárbara. ALICANTE |
Plaza de Toros de ALICANTE. |
Teatro romano de CARTAGENA (Murcia) |
Puerto de CARTAGENA |
Teatro romano de CARTAGENA |
VALENCIA |
La escultura que adorna el aeropuerto de CASTELLÓN. |