Hay momentos en la vida en los que uno ha de recoger el deseo
de aquellos que quieres y que la vida impidió realizar porque Dios los llevó a
un lugar mejor. Y me refiero a mis padres.
A ellos les hacía
ilusión ser mayordomos de san Blas y sentí que tenía que hacerlo ahora que puedo.
El año pasado bajé al
pueblo y expuse mi deseo al sacerdote Alberto y él me remitió a Inés, esa buena
mujer que pese a sus noventa años aún tiene energía y lucidez para llevar el
control y ayudar en asuntos de la parroquia junto a otras mujeres de "juventud acumulada", como mi tía Nicanora (ésta ha
sido quién guío mis pasos para que la tarea saliera bien en mis obligaciones como
mayordomo).
Para que todo marchara
de manera correcta, acudimos una semana antes y así poder ultimar los
preparativos. En Tarragona gozábamos de un tiempo casi primaveral el día de la
partida, pero a medida que cruzábamos con rumbo a Corporario, hubo tramos de
niebla espesa y lluvia que no aminoraron la ilusión y alegría por lo que
esperábamos disfrutar. Esa semana hizo frío.
Tengo los recuerdos
preñados de la nostalgia infantil, de aquel san Blas con nevadas, sol, o lluvia. Recuerdo la caramelera que se situaba nada más entrar en la plaza.
Allí, con el poco dinero que yo tenía, compraba alguna golosina o el turrón que
cortaba la señora con un hacha y, si quedaba alguna peseta, era el no va más
comprar una tira de mistos explosivos que venían en una tira de papel semejante
al teclado de un piano como si las notas fueran "lágrimas de chocolate".
Entonces la fiesta
se celebraba el día 3 de febrero y daba igual en qué día de la semana
cayera. Actualmente se concentra en el
sábado para que puedan acudir familiares, vecinos y foráneos a la llamada del
patrón.
San Blas quiso aportar un día templado
y agradable. El tamborilero de Aldeadávila, Esteban, realizo un pasacalles matinal para introducirnos en
la festividad y nos acompañó hasta la iglesia donde interpretó un tema durante
el ofertorio.
Una alfombra roja se extendía
por el pasillo central desde la puerta hasta el altar y san Blas “flotaba”
entre flores que las mujeres con sabía maestría distribuyeron a los pies de la
estatua.
Hubo pleno de feligreses durante la misa. Se llevó a cabo la bendición de las 300 gargantillas y allí mismo me anudaron una en el cuello. (Según he leído hay que retirarlas el miércoles de ceniza, pero yo la llevo más tiempo, hasta que pierde su aspecto de cinta y pasa a dar forma a una cuerda y es entonces cuando termina su ciclo).
Se celebró la procesión y mi
tío Manolo hizo repicar las campanas. Un
operario del ayuntamiento lanzó los cohetes mientras la charanga amenizaba la
marcha al compás de los portadores del patrón (mis primos Nandi, Paco, David,
Pepe y mi amigo Vicente), y el ondear de los pendones que manejaban mis cuñados
José y Fernando. Tres niñas guiaron el
estandarte (que me disculpen porque no recuerdo sus nombres). También quiero
dar las gracias a mis primas Mari José y Marian como portadoras de las ofrendas
el día 3. No sería justo que dejara en el olvido a José Manuel Carretero como
portador de la cruz cuya misión requiere de un esfuerzo considerable.
La corporación
municipal nos acompañó y obsequió con convite al finalizar la procesión y
después un arroz que servían las mujeres (creo que del Centro de Mayores), ayudadas por los operarios del Ayuntamiento. Una vaquilla de cuerno gacho desafió
a los valientes en la tarde. La noche nos embarcó hacia la madrugada con los acordes de
la orquesta que amenizaba la verbena al abrigo de la carpa.
Termino este relato porque las imágenes puedan dar una visión más amplia de los que puedan aportar mis palabras.
Termino este relato porque las imágenes puedan dar una visión más amplia de los que puedan aportar mis palabras.
En cualquier caso, pido
disculpas si olvido mencionar a alguno-a más. Muchas gracias a todos, a las
personas que me asesoraron y a los que nos honraron con su presencia.
Ya de vuelta a Tarragona iniciamos la maravillosa rutina con mi perra Sasa y ese ser hermoso y simpático que ha venido hace tres meses a este mundo, mi nieto Nacho, para llenarme de fuerza ante nuevos proyectos con la esperanza de que un día esté orgulloso de su abuelo. Por esto y por lo descrito:
Bendición de las gargantillas |
José Antonio y Fernando con los pendones |
Nandi, Paco y Vicente, más allá David |
Las niñas con el estandarte |
No es necesario comentar |
Procesión |
Convite familiar |
2 comentarios:
Misión cumplida,compañero.San Blas velará por sus hijos que han sabido honrarlo.Como dijo el clásico, el camino se hace andando.Pues eso.
Félix
Ah Ja Ja!!! "Lágrimas de chocolate" Así llamabais tan poéticamente en Corporario a los mistos chisporroteantes .. ¡Qué tíos! ¡Qué poetas!.
Ya te iba a preguntar yo, que por qué no publicabas esos pequeños vídeos de San Blas, que había visto en tu canal. Ya llegaron, con más imágenes y amplia y emotiva crónica.
En los digitales os vimos en la procesión, todos guapos, al mayordomo con la vara, a los portadore s del Santo, a los portadores del los pendones, etc. Una bonita fiesta, que habrá llegado alla arriba al San Blas y a tus padres; seguro.
Ahora me viene aquel verso de una castellanada:
"Allá arriba no sé donde,
hay no sé qué santo.
se le reza no sé qué
y se gana no sé cuánto.
A San Blas con sus gargantillas, se le pide protección y la cumple.
Ah! no sabía que el pequeño Nacho, sobrino de Fernando, del que presume, fuera vuestro nietecito. ¡¡¡Enhorabuena, abuelitos!!!
-Manolo-
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