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foto realizada desde el avión cuando entrábamos en Tenerife |
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otra foto aérea |
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Paseando por el parque del Teide |
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EL Drago de Icod de los Vinos |
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Dos güanches salmantinos |
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Playa de Puerto de la Cruz |
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Campo de fútbol de Garachico. ¡¡¡GOL!!! |
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Las fotos no dan la realidad de lo que se ve atrás. |
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Iglesia de la Candelaria |
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Interior de la Candelaria |
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El disfraz que ganó este año el Carnaval. No estaría mal para el desfile de Los Lagartos en San Lorenzo. |
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El pabellón que diseñó Calatrava |
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La casa de los balcones en La Orotava |
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Paisaje lunar cerca del Teide |
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En uno de los muchos barrancos por debajo del Teide |
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Amaneció con ventolera |
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Enfrente, La Orotova y arriba el pico del Teide. |
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Islote de Garachico |
Cuando nos acercábamos al aeropuerto de Los Rodeos me vino a la mente el fatídico accidente del mes de Marzo en el año 1977. Un avión holandés y otro americano colisionaron y dejaron para la historia más de 500 muertos. Aterrizamos con normalidad a primera hora de la mañana después de tres horas de vuelo.
Pronto se pobló el pasillo de nerviosos con sus móviles en la mano dándole al teclado. Sospechó que se podían
contar fácilmente los que no utilizábamos el Whatsapp y pensé que nos verían
desfasados.
En la puerta de salidas nos esperaba un señor con americana roja para
recoger el coche que habíamos alquilado. La suerte iba de cara y pudimos
disponer de la habitación en el hotel.
Paseamos por Puerto de la Cruz y
vimos a los surfistas planeando en la playa de arenas negras y acantilados de
roca volcánica. El oleaje picado del
Atlántico se estrellaba contra el rompeolas y formaba abanicos de espuma que
mojaban a los atrevidos paseantes.
Al llegar la noche, desde la terraza del hotel, se extendía la
panorámica del Valle de La Orotava y más allá, acariciaba el cielo la uña
blanca del Teide.
A medida que realizábamos las excursiones, Tenerife me gustaba más. La
T5 es una autovía que bordea el litoral y resulta agradable contemplar las
casas entre el exuberante verde de las
laderas. Todo es un deleite para los sentidos y la vista se recrea sobre el brillo negro de las rocas volcánicas en el litoral.
En Icod de los Vinos se alza el milenario Drago (que no es la bestia de ningún cuento); sino un árbol. Reclamo
turístico importante pues así lo reflejaban los turistas que disparaban sus
cámaras acodados en el muro del parque. Enfrente, a una cuarentena de metros,
el Drago se mostraba imponente como el pasado que vence al tiempo; coronado
por un ramaje sobrio y un tronco aferrado al presente con nervudas raíces. Decidimos tirar hacia el sur. Paseamos por Garachico y Masca. Los acantilados de Los Gigantes no se
podían visitar y continuamos ruta bordeando la isla con una temperatura
agradable y un sol limpio. Los Cristianos, Las Américas, La Candelaria, entre otros lugares, fueron el destino
siguiente. Nos esperaba el Teide.
Desperté
temprano y salí a la terraza, el viento zarandeaba las palmeras con furia, en
la piscina del hotel fondeaban algunas hamacas donde la primera tarde bronceaban
sus pálidos cuerpos los alemanes. El bufet estaba bien surtido y nos dieron un
pic-nic en sustitución de la comida. Serpenteamos por La Orotava y en el pueblo
visitamos la Casa de los balcones. Natalia (que así se llama la que habla en el
gps), desconocía que la carretera estaba en obras y la enloquecí. Zarpazo al
cacharro y apelamos al preguntando se
llega a Roma. Vimos que los autobuses subían por otras calles. “Síguelos,
decía mi mujer” y tenía razón. “Tenéis que pasar por delante de la Guardia
civil”, nos dijo una señora. En los diferentes estratos por los que asciende la carretera es frecuente encontrar miradores para fotografiar el
paisaje. Una niebla densa y un viento molesto y frío no impidieron nuestra
parada. En los aledaños del Teide el tráfico dejaba entrever la importancia de
lo que nos esperaba. Las nubes quedaban abajo y encaramos una planicie lunar
jalonada por montañas peladas, a veces con tonos ocres, rojizos y verdes con
olor a azufre.
Veo a un valiente en un reguero entre
guijarros que se muestra dubitativo para dar el siguiente paso en el descenso del Teide.
Miro hacia arriba y sospecho que se puede subir pero la distancia es larga y
empinada, las rodillas y los gemelos pasarían un mal trago, aunque todos los
días no corona uno el Teide. Ni lo intenté.
“No
vale la pena que subáis, hoy no se ve nada” nos indicó un señor que trabajaba en el teleférico. Optamos por
cruzar la isla por el centro y una vez quedó atrás el paisaje lunar, la carretera
se hace más estrecha y hay que llevar cuidado porque dos coches apenas caben. Vemos senderistas que caminan por senderos, grupos de
motoristas que disfrutan de las curvas mientras bajamos por la ladera opuesta a La Orotava. Los Cristianos y las Américas se divisan abajo del todo rozando la línea costera
del océano. En Santa Cruz de Tenerife el pabellón que diseñó Calatrava, desde
lejos asemeja la aleta de un tiburón entre los edificios. Hicimos parada en la
playa de las Teresitas, según nos comentaron es la única playa de arena blanca
porque la traen desde el Sahara. Visitamos San Cristóbal de la Laguna. Y el día
de regreso nos levantamos a las seis de la mañana y el Hotel Puerto de la Cruz
nos ofreció un desayuno a pesar de ser una hora tan intempestiva.
Desde Puerto de la Cruz hasta el aeropuerto
hay unos 35 kilómetros, pero el tráfico escolar frena la velocidad en la autovía
y nos recomendaron salir con tiempo si no queríamos encontrar cerrada la puerta
de embarque. Llegamos bien y con un recuerdo precioso de Tenerife y también del
buen trato que nos dispensaron en el Hotel Puerto de la Cruz. Hasta otra.
6 comentarios:
Visitar Tenerife y el resto de las Canarias, es algo que todo ser humano debería hacer por lo menos una vez en la vida; pues, si no se ve, no se puede dar fe de lo que verdaderamente son esas encantadoras islas.
Enumerar todos los encantos que tienen, llevaría más tiempo del que ninguno podremos dedicar a ese menester.
Sin ninguna duda, los Guanches acertaron al elegir a Tenerife como base de su implantación en el resto de las islas.
Me alegro de que os gustara Tenerife.
Si podéis, no os perdáis Las Palmas,Lanzarote o el Hiero; sobre todo Lanzarote, para los amigos de la naturaleza.
Saludos. Luis
Salva trotamundos.Qué bien eliges tus giras,¿o es Angélica la que planea los itinerarios? En todo caso es una gozada participar de esas fotos tan ilustrativas. Claro que merece la pena un viaje por esas islas,como sugereis tú y Luis. La foto desde el avión que he visto en tu muro de Facebouk es espectacular. Tu relato invita a pasar unos días en esos parajes lunares. Me lo pensaré.Un abrazo.Félix.
Ya iba yo echando de menos un nuevo viajecito. Cuatro meses sin una escapada se me han hecho largos.
Bien, en esta ocasión nos habéis llevado a las islas afortunadas, que este otoño-invierno no están siendo tan afortunadas, meteorológicamente hablando.
Magnífico reportaje fotográfico, como en anteriores viajes y a los que nos tienes acostumbrados; pero falta la foto espectacular aérea a la que se refiere Félix que no has incluido aquí. Añade.
Me parece bien que alternéis vuestras visitas al extranjero con estas por España, donde tenemos de casi tó y en ocasiones mejor, como vais comprobando por vuestros muchos viajes.
Aunque en alguna ocasión creo haber visto alguna imagen tuya en ambiente de trabajo, no es la imagen que tenemos tus seguidores de ti; mas bien es la de turista con gorra y en medio de un paraje fantástico en tus viajes. También en la Zarza desfilando con Los Lagartos en S. Lorenzo.
Por aquí quedamos a la espera de un nuevo viaje sorpresa para nosotros, pues aparte de la sorpresa, resultan muy cómodos por la simple planificación, ligereza de equipaje y la compañía de la azafata Angélica.
¡Ah! Tu blog gusta. Te copian la cabecera del mismo. Mira en esta dirección:
http://ventanadepaco.blogspot.com.es/
Para más información te diré que el “pirata” es un tarraconense.
-Manolo-
En primer lugar le diré a Luis que este viaje es de los que más me ha gustado, pero es que no hay ninguno que lo desmerezca. Tal vez sea porque uno va relajado y los sentidos están predispuestos a sacarle jugo a lo novedoso. En cuanto al trabajo, amigo Manolo, te diré que hoy, por ejemplo, salí de casa a las siete y media y no he vuelto hasta pasadas las nueve de la noche. Sinceramente: ¿Vale la pena hablar del trabajo? Creo que no. Te puedo decir que hoy estaba con una tablet(puto y asqueroso cacharro) donde tenemos toda la planimetría de la ciudad y una cosa es la teoría y otra la realidad. Queda muy bien la tecnología si la información es veraz, pero... cuando nos veamos te cuento. Te decía que estaba con mis compañeros tratando de ver las válvulas que había que cerrar cuando a escasos metros vi a una mujer de treinta y tantos tirada de espaldas en el suelo en la terraza de un bar. Me acerqué a socorrerla y los clientes de la terraza me dijeron . "déjala, siempre está igual" La levanté, creí que le arrancaba el brazo porque ella no colaboraba. Me vino una pestilencia a alcohol, algo para mi muy desagradable. La dejé en la silla y volví con mis compañeros. Al momento la veo incorporarse dubitativa y tambaleante. Corrí porque intuí el hostión y pude cogerla cuando caía. Su cabeza golpeó con el escalón de entrada a un portal y vi en su cara la expresión muda del dolor. Manchó el escalón y también mi mano. Vi que un hombre llamaba a una ambulancia y la camarera del bar la socorría con una botella de agua. Trabajo en la calle y en la calle pasan muchas cosas dignas de contar. Y no sé porque extraña razón siempre me veo en algún charco de este tipo. A las siete de la tarde, después de rematar papeles para que no se amontonen, subí a mi parcela donde unos amigos me están haciendo una mesa de madera que, por el interés que ponen y lo bien que está quedando se merece una entrada en el blog, que muy pronto escribiré. Su título no puede ser otro que AMISTAD SIN CORTAPISAS.
Por otra parte he subido dos fotos aereas, pues sé que , tanto a ti como a Paco os gustan.
Félix, espero que todo se vaya calmando y puedas viajar. Tu eres mucho mejor fotógrafo y empujas la pluma con estilo peculiar para que podamos compartir tus vivencias.
Un abrazo para todos. Salva
Muchas gracias, Salva, por añadir estas fotos aéreas tan interesantes. A Paco y Pili también les gustarán pues en noviembre pasado estuvieron por allí.
Nunca he tenido ninguna duda que eres un gran currante-currante, profesional responsable, etc., con muchas horas a la espalda, a veces extras. Y que gracias a ti y otros como tú, hacéis posible que tengamos jubilación.
Tienes razón que si a los aparatitos modernos (tablets…)se les introduce insuficiente, deficiente o errónea información, más que ayudar, complican.
Si es que, Salva, te metes en cada fregao… Mira que si cuando estás ayudando a la mujer “colocada” llega, por ejemplo, su marido y te la prepara… Si es que lo mismo te cargas con la cruz al hombro de aquel peregrino que socorres y ayudas a levantar a esa mujer que no se tenía en pie. No cambies, sigue así. Eres un Salvador.
Menos mal que después de tantas horas de trabajo, tienes al final de la jornada algo tan gratificante como acercarte a la parcela y ver cómo va la mesa de madera, que ya veremos cómo ha quedado y si te caben los doce apóstoles, aunque uno sea un traidor.
Bueno, que gracias por las fotos, que es lo que quería decirte y me he enrollaoooo.
A Félix decirle que se echa de menos en su blog alguna entradita, de cuando en cuando; aún, cuando ese cuando sea distanciado, con alguna foto de esas qu sabes hacer de los paisajes, parajes, momentos y detalles de nuestro pueblo. Aunque solo sea la imagen sin comentario alguno, para no robarte tiempo. Pues va a hacer casi dos años de tu última entrada. ¡Cómo para el tiempo!. Claro con tantos relojes en el blog de Luis (Colino).. tic, tac, lo aceleran.
Saludos a todos
-Manolo-
Siempre interesantes las entradas de este hombre que, sin extenderse mucho describe con fidelidad una excursión y el paisaje por donde ha transitado.
Estás acumulando títulos: Alguna vez te he llamado familiarmente “don Salvador de Cervantes”, ahora Manolo te llama “el salvador” por socorrer a una mujer marginada, o apoyar a un peregrino con la cruz al hombro,… , siempre la causa solidaria.
Noto en su lectura algo común a lo sentido en tu libro “El Perfil de la Ilusión” (salvando las distancias) ya que ambos textos se desarrollan en escenarios que me son muy familiares.
Que sin desmerecer a otros, este viaje ha sido para vosotros el mas interesante, yo lo celebro. Llaman a estos sitios “las islas afortunadas” y, afortunados nosotros que podemos visitarlas. El pasado año hasta en tres ocasiones pisamos esas tierras. Ahora volveremos a dar otra vuelta. Yo creo que cuando sea mayor terminaré comprando una casita para estar allí todo el año.
Me complace ver las dos nuevas fotos que has colocado porque, aunque me resulten repes, estas pasarán a formar parte de mi archivo fotográfico. Motivo: son aéreas. Con la ciudad de Santa Cruz bajo los pies, desde la ventanilla izquierda, cuando el avión se está colocando para encarar la pista de Los Rodeos.
Un abrazo (Paco)
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