La frase del dia

05 agosto 2014

El sombrero blanco

   



Montero, Pachi, Salva, Perroni y Emilio, colegas del frontón

Pedro y De Blas, también del frontón. 
Músicos de nivel superior, José, Jomiv, Nito.

El "gitano" Blas y su mujer Rosa

Montse  y José.









Para que los invitados encontraran la parcela, la tarde que presentamos la novela, colgué folios donde podía leerse: el Perfil de la Ilusión y la distancia en metros que faltaban. Cuando me disponía a fijar el último observé que se acercaba una mujer. “¡Perdone!” se excusó, “¿Qué quiere decir eso?”, preguntó.
  -Nada importante, en la casa del muro blanco presentan una novela - respondí. “Curioso”, añadió, dándome la espalda. 
  La mañana se tornó opaca y  podía acarrear un problema irremediable.
   Nicolás Marcos y De Blas, colegas del frontón, lo hicieron fácil, distribuían sillas y mesas proporcionadas por los vecinos; entretanto, yo me afanaba en alisar la alfombra que tenía en el suelo del escenario en que se había convertido el aparcamiento techado.
   -Salva, ¿quieres un tapiz verde de cinco por tres?-ofreció el vecino asomando la cabeza encima de la valla.
     -Me vendría de coña –asentí.
Al poco, gotas fofas y dispersas  se estamparon en el terreno y ese olor agradable esta vez no lo fue tanto. Pero yo tenía Fe. ¿Por qué se iba a perder tanto esfuerzo? Algo en mi interior presagiaba que todo saldría bien. Me acordé de mi padre. “Cuánto le hubiera…”. Un empujón de emoción me alentó. “Cuando hable me pondré su sombrero blanco”
   A las siete treinta, el comandante Gorgon Gorgorov con otro militar,  uniformados de camuflaje y armados hasta los dientes,  vigilaban la puerta. Joaquín hizo de maestro de ceremonia y presentó las intervenciones.
   Mientras hablaban mis compañeros de mesa yo observaba al personal. Vi a Magadán en la tercera fila, mi encargado, aquel hombre rubio y fuerte que vestía traje vaquero cuando entré en la  empresa treinta y tantos años atrás. Y recordé: “Magadán”, le decía yo al otro lado del teléfono, “Llegaré tarde, todavía no hemos pasado Mora de Ebro”. Siempre decía: “No te preocupes, pero bajad despacio”. Igual que un hermano grande, a veces también padre. Me miraba tras los lentes apoyado en un bastón, pero ahí estaba conmigo porque la gratitud esa tarde había vencido a los achaques.
   Nicolás Marcos tomó la palabra y vino a decir que tras un homenajeado siempre había una persona detrás que, de algún modo, era la sufridora silenciosa. Entregó un ramo de rosas a Angélica que lo recogió emocionada.
   Los músicos rayaron a gran nivel, el “gaiteiro” Felipe, que acompañé en una muñeira. Eugenio, Nito para los amigos, llenaba con acertados acordes las exquisiteces vocales con que nos deleitaron José, Jomiv, Sara y Llucia. A veces, cuando ves gente de ese nivel, te preguntas: ¿Qué hay que hacer para triunfar?. Luis, José, Jordi con sus guitarras y el “gitano” Blas recitando a García Lorca bajo el rasgueo flamenco de José Montañés. Cerró las actuaciones el acordeón rumano de Elvis.
   Firmé ejemplares durante las actuaciones. Guillermo hizo de cajero. Carlos grababa las entrañas de la cocina, Angélica y Pili preparaban el convite y Judith, Sara, Laura y amigas de ambas, hicieron de camareras y surtían al personal de bebida y comida.       bPido disculpas a todos los que olvido mencionar y que hicieron posible que todo saliera bien. La gente se fue despidiendo. Eran las doce de la noche cuando tomábamos el último café y nos fuimos a dormir.

En definitiva, fue una noche para recordar y la gratitud sincera por la velada se reflejaba en las caras a la hora de  marchar.

“Escribe pronto otra para que volvamos otra vez” me decían algunas señoras. Y en eso estaremos, cuando llegue Septiembre.

5 comentarios:

Manuel dijo...

Bonita presentación con amigos, compañeros, vecinos,… Con tu detallada explicación y las imágenes que hablan por sí solas y por si todo esto fuera poco, el audio de la presentación, propiamente dicha, que anda por nuestra página, como si hubiéramos asistido y estado ahí; casi casi. Se te ve contento, en tu salsa, disfrutando el mágico momento; no es para menos. Enhorabuena, Salva, por tu novela y por todo esto que estás armando y liando ¡LIANTE,! que eres un liante. No cambies.
¡Chapeau!, Salva, con un sombrero blanco

-Manolo-

Anónimo dijo...

Amigos, lo de la presentación de la novela en casa del Salva “ El perfil de la ilusión” no tiene parangón. Los encargados de la presentación quedaron prendados… Tanto el marco, los músicos, invitados, incluido refrigerio; estuvieron a la altura de la grandeza que es el Salva. – Ya sé que a Salva no le gustan los elogios, pero estos que sentiste en esta presentación, te los has de tragar- . Todo estuvo genial.
Yo me uno a los augurios que te enjuiciaban tanto Joaquim Vidal como Manuel Rivera de que tu obra tendrá éxito. Yo, ya voy por la página 114 y, estoy en la escena que narra la cena que ha preparado María para: Waldo, el Herrero (su esposo) y el Txapurra… y estoy deseando volver a coger el libro para seguir con el desarrollo y su desenlace.

En cuanto a mi contribución, no tiene importancia, ¡Salva se lo merece todo!!!
Yo sabia que a Salva no le iba a importar que le robara unos pocos (5%) de sus elogios, si era para compartirlos con Angélica.

Yo, no había hablado nunca ante 120 personas, me aceleré al ver tanto aforo y, no expliqué el significado del ramo de flores. Cuando empecé, explicando que después de una gran obra surgen daños colaterales o damnificados, “quizás, el escritor hubiera encontrado otro sinónimo” Lo tenemos recientemente con el mundial de Brasil.
La Angélica, su paciente y abnegada esposa se merecía un regalo como es un ramo de flores. Sabíais que cuando iba a la finca a regar cuatro geranios de ná, no volvía a casa hasta las 12 de la noche y, era porque Salva se ponía bajo el porche a escribir y darle vueltas a los textos de su libro como una madre cuida a su bebé en la cuna cuando éste tiene tres o cuatro días?
Bueno ya sabéis eso tan trillado que dice que: Después de un gran hombre, hay una extraordinaria mujer. Debe ser cierto.
En cuanto al ramo de flores. El ramo representa a esa familia Angélica-Salva-Laura y Sara, un tronco donde confluyen todas sus cepas con fuertes ligaduras en donde surgían dos preciosas rosas que simbolizan, a Laura y la otra a Sara. El fruto de su amor.
Suerte campeón!!!!

N. Marcos

¡Ay¡, cuanto le hubiera gustado a tu padre ponerse ese sombrero blanco.

Jose A. dijo...

Buena tarde y buena compañia....enhorabuena por tu libro, te deseo todo el exito posible, me consta que este tipo de cosas llegan a ser como un parto, muy esperado...suerte por tu Salamanca querida, y ya nos iras contando, solo de esa manera que tu sabes hacerlo...gracias por dejarnos participar en algo tan especial para ti, solo una apreciacion quiero resaltar, y no puedo dejar de nombrar a mi amigo casi hermano Eugenio (Nito pa los colegas) que tiene que apatecer pues no puedo dejarlo fuera de una tarde que seguro para todos fue unica...un abrazo Salva, Agelica y a tus hijas...

Anónimo dijo...

Manolo, la vida es movimiento.
Ojalá hubiese muchos Nicolás Marcos en nuestras vidas. Los que tenemos la suerte de conocerlo sabemos muy bien la categoría humana que atesora. Es quien organiza los campeonatos, los almuerzos inesperados bajo el algarrobero comprando con cinco euros por barba lo que puede en el supermercado. Todos en el frontón le admiramos y necesitamos para que su temple y saber estar hagan que aquello funcione.
En cuanto a J. Antonio, (el del comentario precedente. José lo identifica en los pies de foto)Tienes toda la razón del mundo. Que ese señor de voz quebrada y fino estilo con la guitarra me perdone. Creo que este despiste ahora ya queda subsanado. Por supuesto que ese día permanecerá en mi recuerdo como un día especial. Entre unos y otros con generoso altruismo lo hicisteis posible.
Gracias, Gracias y Gracias. Un abrazo. Salva

Anónimo dijo...

Salva, cuando el árbol es robusto da buena madera; y, cuando la madera es buena, los muebles son extraordinarios. Ese es tu caso que, sin más comentarios queda todo dicho.

Te deseo que la presentación en Aldeadávila, tenga el mismo éxito que las dos anteriores y, si es posible lo supere, porque, tú te lo mereces y, no es coba.
No voy aquí ahora a enumerar las virtudes de tu literatura, que, por otra parte tú ya conoces mi opinión; sólo quiero decirte que que, de seguir en esa línea, el éxito está asegurado.
Ánimo y adelante, amigo.
Un abrazo. Luis.