San Lorenzo 2011 ya es un recuerdo más. Un recuerdo latente porque está vivo aún.
Yo llegaba desde Cataluña con una necesidad inminente: aplacar las altas temperaturas de la costa. La memoria me traía, como deseo inexorable, los paseos nocturnos que iba a realizar por la carretera, paladear el bullidor silencio del pueblo, y sobre todo, el ansiado frescor de la brisa nocturna.
Iniciamos el viaje alrededor de la cuatro de la tarde, con calma y seguridad, siguiendo las pautas recomendadas de descanso. Avistamos las luces doradas de la Zarza cuando el reloj del salpicadero marcaba las 2 de la madrugada.
Al rebasar las primeras casas intentamos mitigar el ruido que podía producir el remolque con la moto encima y optamos por continuar carretera abajo porque el firme es más homogéneo y no encontrariamos baches. El cuerpo ya era victima del cansancio y la cama esperaba a escasa distancia. Gracias a Dios todo había ido bien.
Yo llegaba desde Cataluña con una necesidad inminente: aplacar las altas temperaturas de la costa. La memoria me traía, como deseo inexorable, los paseos nocturnos que iba a realizar por la carretera, paladear el bullidor silencio del pueblo, y sobre todo, el ansiado frescor de la brisa nocturna.
Iniciamos el viaje alrededor de la cuatro de la tarde, con calma y seguridad, siguiendo las pautas recomendadas de descanso. Avistamos las luces doradas de la Zarza cuando el reloj del salpicadero marcaba las 2 de la madrugada.
Al rebasar las primeras casas intentamos mitigar el ruido que podía producir el remolque con la moto encima y optamos por continuar carretera abajo porque el firme es más homogéneo y no encontrariamos baches. El cuerpo ya era victima del cansancio y la cama esperaba a escasa distancia. Gracias a Dios todo había ido bien.
Al girar en la esquina del abrevadero esperaba encontrar la calle desierta. Pero no, un círculo de gente permanecía sentado alrededor de una mesa en plena calle y departía tranquila y amigablemente, como si la hora no les preocupara. Eran mis compañeros lagartos. Simulé que las ganas por llegar me impedían verlos y continúe. Al instante escuchamos sus voces. Detuve el vehículo y nos saludamos efusivamente.
Empezaban las bromas y la fiesta. Tomamos asiento a su lado y nos pusieron al corriente de las novedades. No estaban todos y se notaba en la prudencia del ambiente.
Al día siguiente nos acercamos hasta la casa de Juan Torres y le entregamos un ejemplar de su novela: LOS VICIOS DEL EDÉN.
Fueron instantes para enmarcar. La examinó con rigor y agradeció reiteradamente la labor efectuada por la editorial.
Estaba exultante con la nueva criatura entre sus manos y se notaba que la emoción caminaba por su mente al filo de la navaja.
El pueblo ya presentaba un aspecto festivo. La chiquillería corría ávida de diversión y los autos buscaban la sombra y el acomodo en cualquier rincón.
Actos religiosos, folklore charro, exhibiciones, concursos, teatro, espuma, co midas populares y la bullanga matinal de los pasacalles que sonaron insistentemente, todo en honor del patrón San lorenzo.
En la peña “Los Lagartos” se sucedieron comidas, meriendas y cenas y el esperado desayuno con chocolate y churros calientes.
Aumentó la participación en el desfile y la originalidad volvió de nuevo.
Empezaban las bromas y la fiesta. Tomamos asiento a su lado y nos pusieron al corriente de las novedades. No estaban todos y se notaba en la prudencia del ambiente.
Al día siguiente nos acercamos hasta la casa de Juan Torres y le entregamos un ejemplar de su novela: LOS VICIOS DEL EDÉN.
Fueron instantes para enmarcar. La examinó con rigor y agradeció reiteradamente la labor efectuada por la editorial.
Estaba exultante con la nueva criatura entre sus manos y se notaba que la emoción caminaba por su mente al filo de la navaja.
El pueblo ya presentaba un aspecto festivo. La chiquillería corría ávida de diversión y los autos buscaban la sombra y el acomodo en cualquier rincón.
Actos religiosos, folklore charro, exhibiciones, concursos, teatro, espuma, co midas populares y la bullanga matinal de los pasacalles que sonaron insistentemente, todo en honor del patrón San lorenzo.
En la peña “Los Lagartos” se sucedieron comidas, meriendas y cenas y el esperado desayuno con chocolate y churros calientes.
Aumentó la participación en el desfile y la originalidad volvió de nuevo.
Al finalizar las fiestas los lagartos se reunieron para fomentar iniciativas nuevas con respecto al próximo verano. En principio, con la intención de hacer acopio de ideas hasta Semana Santa. Algunos con la tarea definida para lograr subir el listón de diversión de cara al San Lorenzo 12. Y en ésas estamos.
Hoy ya se nota la ausencia de quienes tuvieron que marchar por imperativos laborales, o bien, por alargar sus vacaciones en otro lugar. Y los que aún estamos en Zarza, tratamos de parar
el tiempo para engañar la realidad que se afana el recordar que nuestra salida no permite demora alguna.
Hoy ya se nota la ausencia de quienes tuvieron que marchar por imperativos laborales, o bien, por alargar sus vacaciones en otro lugar. Y los que aún estamos en Zarza, tratamos de parar
La estación espacial dejó ver su resplandor poco antes de que entrara el nuevo día
Pasacalles matutino
La primada recuperando energía
Ignacio y Angélita (Los jefes)en plena parrillada
6 comentarios:
Con la misma facilidad que aporreas la batería musical (permíteme la expresión “aporreassss”), redactas un relato inmediato de las aún calientes Fiestas de San Lorenzo.
No has dejado atrás ni un detalle. Lo que no explica el texto lo expresan las fotografías.
El prólogo que escribes en la novelea de Juan Torres (que por cierto, brillante presentación hiciste, y a la que tuve la suerte de asistir), veo que también tienen protagonismo las Fiestas de San Lorenzo, ya que motivaron tu amistad actual con el autor.
Tienes mucha facilidad para la redacción.
(Saludos Paco)
Y con Salva y su batería lleg'o el ritmo y ambiente a los San Lorenzos. Juntos y en colaboración todo lo que se puede conseguir. La Zarza y sus fiestas tienen unos corresponsales y comentaristas gráficos que dejan chiquitos a los periódicos provinciales. Nunca La Zarza estuvo tan bien servida e informada.
Saludos a tdos y uno especial para la Peña el Lagarto. A ver si anunciáis esas parrilladas en Vallito, para ir a hacer fotos y de paso "pillar cacho".
Saludos, Manolo
No sé que sería de San Lorenzo,sin esta gente tan valiosa.Joé,Salva! si estás tambien en el libro de Torres!.
Como dice Manolo,La zarza está de verdad bien servida.Gracias por toda la información,las fotos..Un abrazo.
Victoria
Bien dicen las entradas anteriores que estupendo corresponsal, igual que el año pasado nos has informado bien y hemos disfrutado con las fotos. He vuelto a disfrutar tambien al pasar por la fuente y leer la placa que le da vida....ya me la se de memoria pero siempre lo hago ¡es genial! .Gracias. Rosa.
Bonita crónica "made in Salva"Es un deleite saborear los momentos que rodean nuestras fiestas, con concronicas como esta y fotos que aportan sonido y aroma a un pueblo que cada año ,durante sus fiestas ,rejuvence un poco.Félix
Muchas gracias compañeros blogueros. or vuestros comentrios da l impresión de que soy una persona diferente. No es para tanto. Sucede que vosotros sois muy permisivos y valientes, pues atrevéis a leer y dejar comentarios, siempre agradables.
es por vosotros que uno se anima a escribir y así seguiremos si las demás ocupaciones lo permiten.
Para todos un abrazo afectuoso y sincero.
Ahora mismo sale la gente de misa y la lluvia tontea. Nos espera un largo viaje. Ochocientos cuarenta kilómetros si no me pierdo, que suele ocurrir. La próxima historia la escribiré en Tarragona. Llevo mateíal suficiente para varios relatos. espero y deseo sacarle toda la esencia y emotividad que se merecen. Hasta pronto amigos. Salva.
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