La frase del dia

28 octubre 2024

A la memoria de Sasa


Campeona en Reus

                            
Guapa
                                          
Cena de gala
                               

Montañera 
                                  
                               Viajera 

        
                  Paseando por la playa  
                                   posando                 


       Su último paseo por el bosque 
 

    
                Explorando el camino

                  Paseo matinal con Carla

  

          

Supongo que esta entrada, inesperada, podrá empatizar con aquellas personas que hayan disfrutado en su vida de la compañía de una mascota. Esto escribí cuando llegó a nuestra casa.  Mi Rincón Literario: Sasa, la mascota de Sara (salvalite.blogspot.com).  
   Nunca pude imaginar que la muerte de Sasa, mi perrita, me causara tanta pena y tristeza. Aún no tenía siete años, estaba fuerte y ágil, era muy cariñosa con todo el mundo. La libertad de correr por el bosque era su pasión. Ahora, dudo que yo vuelva a pasear por allí, porque son muchos los momentos vividos y su recuerdo será como un latigazo de rabia y decepción. 
   En nuestros paseos ella siempre caminaba por delante. «Sasa, guapa, bonita», le decía yo, y ella se giraba para acercarse y recibir una cariñosa palmada en el lomo. Lo mismo le decía cuando subíamos en el ascensor, y al oírlo se pegaba a mis piernas. 
   Siempre me quedará la duda de si pude hacer algo más por ella cuando enfermó. Me tranquilizaba saber que tenía todas las vacunas y llevaba en el cuello el collar antiparásito. Todo era poco para cuidarla. Cuando empezó a estar mal, la llevé al veterinario. «¿Qué le pasa a Sasa?» —preguntó. “Tiene diarrea y anteayer vomitó” —, le dije. Su trabajo fue un despropósito absoluto y carente del mínimo rigor profesional. Muy mal, por su parte, supongo que, quizá una analítica en ese momento hubiese sido providencial, pero le inyectaron corticoides y eso… fue un gran error. La internamos en otra clínica donde hicieron lo imposible por salvarla. Teníamos esperanzas, y sabíamos que ella luchaba como una jabata… al final nos dejó.

   El martes le dimos sepultura en la parcela y hoy (24/10/2024), le planté en la cabecera un rosal blanco que tendrá flores todo el año. De este modo, siempre estará con nosotros y confío en que el tiempo apaciguará la pena que hoy sentimos, cada uno a su manera. Por lo que a mi concierne, trato de ser fuerte y ocupar el pensamiento, pero no hay manera, siempre vuelve.

   Sé que nunca seré capaz de olvidarla y tampoco quiero. Era mi cómplice y compañera, y sabía lo mucho que la quería. En las comidas familiares solía ponerse a mis pies porque, entre otros, mi último bocado, el más exquisito, ella lo esperaba y yo encantado de entregárselo. 

   No habrá otra capaz de sustituirla, ni quiero que la haya, por mucho que se le parezca, siempre seré de Sasa. Lo sorprendente y curioso es que, ahora, cuando recuerdo alguna de las escenas que he vivido con ella, me aflora una sonrisa como si estuviera conmigo y un nudo de emoción me atenaza la garganta. Dispongo de muchas fotos y vídeos de Sasa, que hoy prefiero no ver porque me da mucha rabia que no esté. Podía escribir un sinfín de anécdotas de ternura, pero no lo haré porque hurgarán en la tristeza de quienes tuvimos la fortuna de quererla. 

  Cierro esta entrada con un epitafio: 

Mi Sasa guapa bonita, 

fue muy sencillo quererte,

 olvidar, será una ardua tarea

 que desde el cielo nos ayudarás a lograr.

Detalle a Sasa de J. Magriñà 



           Aquí descansa



08 octubre 2024

CaminART







Aquí no están todos los caminantes
José Carrasco, con chaleco amarillo




Fuente de las escaleras de la catedral
Barrio marítimo del Serrallo

Con mi vecino Pepe Tirado, autor.









José Carrasco, el del chaleco amarillo
Los diez pintores que expusieron sus trabajos








El presidente, José Carrasco, de la urbanización Mas d´en Pastor, donde está situada nuestra parcela, está en permanente dedicación para que todo mejore. Como ya he escrito en anteriores entradas, estamos al lado de un extenso bosque por el que yo suelo pasear con Sasa, nuestra perra.

Distamos de Tarragona a siete kilómetros y resulta placentero caminar entre tan frondosa arboleda y paladear el silencio y la calma de la naturaleza.

   Pues bien, nuestro “presi” tuvo la brillante, original e innovadora idea de ensamblar el arte de la pintura y el contacto con la naturaleza mediante una caminada por el bosque. En el punto de salida nos obsequiaron con una camiseta, una mochila azul, en cuyo interior había una botella pequeña de agua, todo por gentileza de la organización y de la F.A.V.T. (Federación de asociaciones de vecinos de Tarragona). Junto al parasol de salida vi aparcados varios vehículos todoterreno que forman parte de la asociación Tarragona 4x4. Su misión consistía en auxiliar a algún caminante si era necesario, aunque la dificultad del paseo era escasa. Y pensé: “esta gente -refiriéndome a la organización- está en todos los detalles”.

   Justo es decir que, aunque el embrión de la idea fuera de José, nada hubiera sido posible sin la colaboración del vecindario, siempre suelen ser los mismos y yo no estoy entre ellos; citaré a Montse, José Ramón, Mari y Luis Plana. Desde aquí pido disculpas por no mencionar a todos los que intervinieron, no sé sus nombres.

   Son vecinos con mayúsculas, dispuestos siempre a ayudar sin necesidad de pedírselo. Los conozco muy bien y doy fe de que huyen del protagonismo y la notoriedad. Les admiro y creo que es un sentimiento común en toda la urbanización. Para mí estos son los verdaderos políticos vocacionales, porque tratan de servir a los demás y no se sirven de los demás.

   Tengo que ser sincero y afirmar que todo el tiempo que esta gente dedica a reuniones con concejales y otros asuntos, que restan tiempo al entorno familiar, yo no lo haría ni pagándome por ello. 

   Parece un contrasentido, pero ser jubilado y abuelo te crea otras obligaciones entre nietos y mascotas que acaparan mucho más tiempo del que pensabas.

 Esa mañana del domingo 6 de octubre, mientras avanzábamos por el sendero, nos sorprendía en diferentes tramos una exposición de pintura en algún claro del bosque. Desde mi modesta opinión, me pareció ver auténticas maravillas, tanto es así que, me acercaba para cerciorarme de que lo que tenía enfrente, sobre un atril o apoyado en unas piedras, no era una fotografía y sí un cuadro pintado.

   Mi perra Sasa, sin correa que frenara su libertad, se lanzaba por senderos nuevos y yo la seguía descubriendo setas en parajes vírgenes del bosque. Llegamos a un lugar conocido como Mas de l´Angel, donde antaño estaba edificada una lujosa residencia de la que solo quedan las cuatro paredes y un obelisco marmóreo con un ángel alado en el punto más alto. (Este obelisco fue construido para honrar la visita el 29 de octubre de 1927 del rey Alfonso XIII y la reina María Eugenia de Battenberg)

   Allí hubo varias alocuciones en las que intervinieron pintores y organizadores, casi todas con tinte reivindicativo por el ostensible abandono del lugar, a pesar de que dista varios centenares de metros del famoso acueducto romano.

   Desandamos el camino y sobre las trece horas alcanzamos el punto de partida, donde nos ofrecieron refrescos y un copioso pica-pica. Se hicieron las fotografías de todo el grupo para el recuerdo y se prodigaron los comentarios sobre lo apacible de la caminada y de la gratitud a los artífices del evento.

   Concluyo esta entrada con unas fotografías que son más explícitas que mis palabras.