La frase del dia

21 enero 2025

NAVIDAD 2024 (ANDORRA, GALICIA Y OPORTO)

Oporto

Oporto

Oporto


                                             

Compañeros de trabajo




Andorra

   Dicen que la sinceridad debe ser un valor incuestionable a la hora de escribir. No es fácil, en ocasiones, las más, quizá por falta de recursos, de técnica, o de lo que sea, idealizamos el relato, para hacerlo más atractivo. Todo bonito y feliz, y no es así. La Navidad es un claro ejemplo y reconozco que no es santo de mi devoción. Todo parece encorsetado en buenos deseos, suculentas comidas y regalos casi obligados. Ante estas situaciones, no queda otra que seguir la corriente o cargar con la etiqueta de raro y tacaño. Para compartir un almuerzo, comida o café, sobran días a lo largo del año. Y sin más, entremos en materia de lo que pretendo relatar. 
   Esta vez, decidimos recibir el nuevo año en Galicia y el mismo día 31 embarcamos en avión a primera hora con rumbo al aeropuerto de Lavacolla (Santiago de Compostela). No fui tranquilo en el vuelo porque me percaté de que había olvidado la sudadera en un bar, frente a la puerta de embarque. Un autobús nos llevó a la treintena de viajeros hasta un caserón donde nos ofrecieron una cata de dulces y bebidas. (Recordé el nombre del bar donde olvidé la sudadera y llamé por teléfono. Hay mucha gente buena, con empatía y profesionalidad, que me ayudaron a recuperarla)
 Ochenta kilómetros después subíamos a un barco en la ría de O Grove (entrada ría de Arousa) en un crucero por las Rías Bajas. Allí disfrutamos de las vistas del mar y contemplamos las bateas (son embarcaciones planas de madera diseñadas para la cría de mejillones). Nos ofrecieron mejillones, ostras y arroz con marisco. Los camareros fueron educados y serviciales, y conmigo generosos; además, los compañeros de mesa, más que comer, hablaban y me dijeron que no abusara de las ostras porque podían “sentarme” mal, pero no fue el caso. Todo estaba de vicio. Visitamos la isla de la Toja y su iglesia protegida con conchas para frenar la erosión producida por la humedad del mar. De vuelta al hotel (en Padrón, pueblo donde nació Camilo José Cela y pasó su infancia Rosalía de Castro), nos preparamos para la cena de fin de año. Ignoro cuantos comensales nos juntamos (más de 200) en aquel amplio comedor. ¿De la cena? Mejor no hablar, solo con el tentempié habría sido suficiente, pero lo que vino después fue brutal. Un grupo musical amenizó el baile. El día 1 nos acompañó un guía local en la visita a Santiago de Compostela, Plaza del Obradoiro, entrada en la catedral, etc., hasta la hora de la comida. El día siguiente visitamos Coruña, una guía nos detallaba mediante anécdotas y curiosidades sobre la importancia histórica de edificios y lugares. Impactante la Torre de Hércules (Me quedé con ganas de subir, pero la guía me dijo que las entradas había que sacarlas al principio de la rampa y no era cuestión de volver a bajar y retrasar al grupo por un capricho mío). Cerca de allí están los cañones del monte de San Pedro. Al día siguiente, llegaba para mí el plato fuerte del viaje: el alumbrado navideño de Vigo.  
   A primeros de diciembre fui con mi familia a pasar un fin de semana en Andorra y me sorprendió mucho la luminosidad de sus calles y el ambiente navideño que se respiraba. Es decepcionante comprobar que Tarragona no está, ni de lejos, a su altura. ¿Vigo? Es de otro mundo. Un gentío poblaba sus calles fotografiando con cámaras y móviles. Una preciosidad que para disfrutarla a tope se necesita más tiempo. El último día nos desplazamos hasta Oporto y, tras el turístico paseo en barco por la ruta de los puentes, yo sentía cierta morriña. Primero porque ya había estado allí con mi mujer en una visita desde Zarza al poco de casarnos y porque tenía muy cerca mi tierra. (Tanto es así, que envié un WhatsApp a mi cuñado Fernando para adelantarle que sobre las 10 de la noche se dejara ver fuera de casa para saludarlo desde el avión, jajaja). Visitamos la bodega Ferreira y una guía nos fue detallando los entresijos y orígenes de aquellas galerías repletas de toneles y cubas. Luego ofrecieron una cata de vino y la comida se celebró en un histórico restaurante y tras un paseo distendido por la ciudad nos dirigimos al aeropuerto para regresar a Barcelona.
   Doy fe de que fui vigilando y calculando cuando el avión podía pasar por mi tierra, y al ver el alumbrado de los pueblos buscaba alguna forma reconocible, pero no, predominaba el mar y deduzco que subió bordeando Galicia y el Cantábrico. 
   Cierro esta entrada haciendo mención a la buena gente con la que compartimos viaje y a Loreto, nuestra guía, servicial y amable en todo momento. Normalmente, compartíamos mesa las mismas personas. Tenía enfrente a la señora Isabel, una mujer bella y valiente que se ayudaba con una muleta en los paseos; a mi izquierda una mujer que tenía un repertorio de chistes interminable, su marido se llamaba Morata y había trabajado con ella en un hospital. A su lado estaba Jordi, un economista que trabajaba en bolsa. Más allá estaba Manuel, ex sindicalista de la factoría de Seat, su frase: "Hay que ver cómo se estropean los cuerpos con los años" dicha por él, tenía una gracia especial. Soltaba de tanto en tanto alguna perla cargada de ironía inofensiva.  Recuerdo a la rubia Isabel y su amigo Teo con quienes compartimos mesa en el barco, junto a dos hermanas muy viajeras. Al final, surgió la idea de disfrutar de una calçotada en fechas próximas. El tiempo dirá… Y como siempre, las imágenes son más elocuentes que las palabras. Seguiremos viajando.



Papá Noel en el pabellón del Nastic. 13-12-24



Haciendo hueco para el almuerzo






Con mi nieto Biel, le tarareo Amparito Roca y el de la barba ya no le resulta tan desconocido







Bendita lluvia. Detrás don Camilo José Cela

Las Marias, sufrieron la represión franquista, pero nunca renunciaron a sus aires de juventud
. Escultura que se encuentra en el parque de la Alameda (Santiago de Compostela)


Interior de la catedral de Santiago




Catedral
Torre de Hércules (La Coruña)

Catedral de Oporto
Iglesia de La Toja

Reliquia donde descansan restos del apóstol Santiago.

Oporto

Vigo

Vigo

Vigo

Ayuntamiento de La Coruña

Monte de San Pedro La Coruña

Cañones en el monte de San Pedro. La Coruña.

Monte Do Gozo (Así llamado porque desde aquí ven los peregrinos las torres de la catedral de Santiago

Llano de la catedral




Bateas (Criadero de mejillones)