La frase del dia

22 mayo 2020

Lluvia de caramelos


Video promoción de la novela LLUVIA DE CARAMELOS

21 abril 2020

VASA, hibernar bajo el agua (Suecia).

                                                                 
   Alrededor de cinco horas fue lo que duró el vuelo desde el Prat (Barcelona) a  Arlanda (Estocolmo). Aún tenía reciente en el recuerdo nuestra visita a los países bálticos y, más o menos, imaginaba que Estocolmo tendría un gran parecido con Riga, Tallín y Vilna.
   No hace falta decir que es la capital de Suecia y que está formada por 14 islas incrustadas en el mar Báltico, que se comunican por una cincuentena de puentes, aunque no se fijó en mí ese concepto de islas, más bien daba la sensación de ser un núcleo repleto de agua donde se confunde la dulce del lago Mälaren con la salada del mar Báltico.  El trasiego de barcos, tanto recreativos para turistas en cortos trayectos, o ferrys de gigantesco tamaño, como embarcaciones de transporte entre las islas era una panorámica frecuente. 
   Estocolmo roza el millón de habitantes. Nuestro hotel estaba en la zona que llaman Gamla Stan, cerca del famoso ayuntamiento (que se construyó donde antes había un molino, pues está cercado por las aguas del lago Mälaren y es conocido por la entrega de los Nobel. Premios cuyo origen se remonta al año 1895 y debe su nombre a Alfred Nobel, ingeniero, químico y escritor, creador de armas e inventor de la dinamita). Para la construcción del ayuntamiento necesitaron doce años y cerca de ocho millones de ladrillos rojos.
   Es “obligada” la visita al Palacio Real y no entraré en detalles porque el pie de foto de las imágenes es más elocuente que lo que yo pueda escribir.
   Su moneda es la corona y el valor es similar en equivalencia al euro y como religión se inclinan por la Iglesia Luterana, que se diferencia (a grandes rasgos) de la católica, porque no acepta la potestad y supremacía del Papa del Vaticano. No tienen imágenes en las iglesias, pues creen que sólo Dios puede otorgar la salvación, ni la Virgen ni los Santos tienen ese poder.
   Nos acompañó un tiempo apacible y soleado. Las calles estaban muy limpias y me dio la impresión de que los suecos eran gente educada y pacífica. Utilizan mucho la bicicleta como medio de transporte en una ciudad comunicada por una cincuentena de puentes. No hay diferencia horaria con España.
   El desempleo en los jóvenes es de un 20%, y el resto oscila entre el 7%; el salario mínimo interprofesional pasa de 1.600 (euros). Suecia se encuentra entre los países con menor corrupción política y mejor calidad del mundo (según, Datosmacro.com)
   Y cerraré esta crónica viajera resaltando lo que más me impactó mientras estuve en esa ciudad, fue la sorpresa contundente que no esperaba: el buque de guerra VASA, y que como he escrito antes, el pie de foto en las imágenes aportará la información más convincente. Y añado que, si tienen ocasión de viajar a Estocolmo no pasen por alto visitar el museo VASA. Impresiona.
   Hasta otra, que espero y deseo no tarde mucho en llegar si el bicho nos deja en paz.
Entrando en Estocolmo

Puentes para automóviles y trenes


La calle más estrecha de Estocolmo

A la izquierda los grandes almacenes donde se produjo el atentado islamista con un camión, perpetrado por un uzbeko que arrolló a cuatro personas



Carruaje de la exposición en los sotanos del Palacio Real


Aquí fue donde se hundió el buque VASA

Bicicletas por todas partes
Trasera del ayuntamiento con la catedral al fondo





catedral de San Nicolás

Ayuntamiento

Sala azul del ayuntamiento donde se entregan los premios Nobel, abajo a la izquierda está el órgano y lo que se ve a la derecha sobre el techo se encuentran los tubos de sonido. 


salón dorado, interior ayuntamiento de Estocolmo
Palacio Real, sus medidas son 120 por  115 y con una altura de tres plantas. Edificio barroco que se levantó  sobre una antigua fortaleza. Dispone de 609 habitaciones y el techo está recubierto de cobre. Aquí residía el rey Gustavo II de Suecia y desde su estancia podía ver la construcción del buque VASA.

Capilla del Palacio Real
                         


Campana submarina que utilizaron los buzo para reflotar el VASA

Estatua de un músico con mandolina para recibir a los turistas, al fondo el ayuntamiento con su torre de las tres coronas

Maqueta del buque de guerra VASA, que se hundió el día 10 de Agosto de 1628, como consecuencia del poco calado y el sobrepeso de cañones, que a última hora mandó instalar el rey Gustavo II,  a poco más de un kilómetro del muelle. Tenía 69 metros de largo (eslora) y 12 de ancho (manga), cargaba 64 cañones y esa no era la carga decidida al principio de la construcción. El buque arrastraba 1200 toneladas; solo fue necesaria una ligera ráfaga de viento para que se hundiera. Ante tal fracaso el rey mandó cortar el palo mayor para que no sobresaliera en el agua  y evitar así el regocijo de los polacos con quien estaba en guerra.
Permaneció sumergido en el fango más de 300 años y en el año 1956 comenzaron a reflotarlo. Los buzos pasaron unos cables de acero por debajo del casco y achicando el agua a medida que salia a la superficie para que no se partiera por el peso, esta maniobra les llevo cinco años de trabajo. Hoy se puede contemplar en el museo que lleva su nombre.  

El VASA original en el museo.







                                                Música viva en un bar

                                          Actuación de un grupo en un parque público.

                                          Ceremonia del cambio de guardia en el Palacio Real
                                       

22 febrero 2020

San Blas 2020, y las "Lágrimas de chocolate"


Hay momentos en la vida en los que uno ha de recoger el deseo de aquellos que quieres y que la vida impidió realizar porque Dios los llevó a un lugar mejor. Y me refiero a mis padres.
   A ellos les hacía ilusión ser mayordomos de san Blas y sentí que tenía que hacerlo ahora que puedo. 
  El año pasado bajé al pueblo y expuse mi deseo al sacerdote Alberto y él me remitió a Inés, esa buena mujer que pese a sus noventa años aún tiene energía y lucidez para llevar el control y ayudar en asuntos de la parroquia junto a otras mujeres de "juventud acumulada", como mi tía Nicanora (ésta ha sido quién guío mis pasos para que la tarea saliera bien en mis obligaciones como mayordomo).
  Para que todo marchara de manera correcta, acudimos una semana antes y así poder ultimar los preparativos. En Tarragona gozábamos de un tiempo casi primaveral el día de la partida, pero a medida que cruzábamos con rumbo a Corporario, hubo tramos de niebla espesa y lluvia que no aminoraron la ilusión y alegría por lo que esperábamos disfrutar. Esa semana hizo frío.
   Tengo los recuerdos preñados de la nostalgia infantil, de aquel san Blas con nevadas, sol, o lluvia. Recuerdo la caramelera que se situaba nada más entrar en la plaza. Allí, con el poco dinero que yo tenía, compraba alguna golosina o el turrón que cortaba la señora con un hacha y, si quedaba alguna peseta, era el no va más comprar una tira de mistos explosivos que venían en una tira de papel semejante al teclado de un piano como si las notas fueran "lágrimas de chocolate".
   Entonces la fiesta se celebraba el día 3 de febrero y daba igual en qué día de la semana cayera. Actualmente se concentra en el sábado para que puedan acudir familiares, vecinos y foráneos a la llamada del patrón.   
   San Blas quiso aportar un día templado y agradable. El tamborilero de Aldeadávila, Esteban, realizo un pasacalles matinal para introducirnos en la festividad y nos acompañó hasta la iglesia donde interpretó un tema durante el ofertorio.  
   Una alfombra roja se extendía por el pasillo central desde la puerta hasta el altar y san Blas “flotaba” entre flores que las mujeres con sabía maestría distribuyeron a los pies de la estatua.       
  Hubo pleno de feligreses durante la misa. Se llevó a cabo la bendición de las 300 gargantillas y allí mismo me anudaron una en el cuello. (Según he leído hay que retirarlas el miércoles de ceniza, pero yo la llevo más tiempo, hasta que pierde su aspecto de cinta y pasa a dar forma a una cuerda y es entonces cuando termina su ciclo).
   Se celebró la procesión y mi tío Manolo hizo repicar las campanas. Un operario del ayuntamiento lanzó los cohetes mientras la charanga amenizaba la marcha al compás de los portadores del patrón (mis primos Nandi, Paco, David, Pepe y mi amigo Vicente), y el ondear de los pendones que manejaban mis cuñados José y Fernando. Tres niñas guiaron el estandarte (que me disculpen porque no recuerdo sus nombres). También quiero dar las gracias a mis primas Mari José y Marian como portadoras de las ofrendas el día 3. No sería justo que dejara en el olvido a José Manuel Carretero como portador de la cruz cuya misión requiere de un esfuerzo considerable. 
   La corporación municipal nos acompañó y obsequió con convite al finalizar la procesión y después un arroz que servían las mujeres (creo que del Centro de Mayores), ayudadas por los operarios del Ayuntamiento. Una vaquilla de cuerno gacho desafió a los valientes en la tarde. La noche nos embarcó hacia la madrugada con los acordes de la orquesta que amenizaba la verbena al abrigo de la carpa. 
  Termino este relato porque las imágenes puedan dar una visión más amplia de los que puedan aportar mis palabras.
  En cualquier caso, pido disculpas si olvido mencionar a alguno-a más. Muchas gracias a todos, a las personas que me asesoraron y a los que nos honraron con su presencia. 
   Ya de vuelta a Tarragona iniciamos la maravillosa rutina con mi perra Sasa y ese ser hermoso y simpático que ha venido hace tres meses a este mundo, mi nieto Nacho, para llenarme de fuerza ante nuevos proyectos con la esperanza de que un día esté orgulloso de su abuelo. Por esto y por lo descrito:  

¡¡¡GRACIAS PAISANOS!!!  
Todo por ellos

Bendición de las gargantillas

José Antonio y Fernando con los pendones

Nandi, Paco y Vicente, más allá David

Las niñas con el estandarte

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Procesión

Convite familiar

                  Mi Sasa esta vez quedó subcampeona, siempre no se puede ganar.